lunes, 2 de marzo de 2015

La historia de la Bolsa de forma sencilla

Hace unos día comencé a leerme el libro escrito por el mediático Josef Ajram Bolsa para Dummies. A pesar de haber leido en innumerables sitios los orígenes y la historia de la Bolsa de Valores, en este libro lo explica de una forma bastante amena y divertida.

Si bien, en el libro de Ajram no hace referencia a los orígines, en Bélgica, donde se realizaban reuniones y encuentros de carácter mercantil en el siglo XIII. De hecho, Brujas fue un importante centro comercial en el que vivían unas 100.000 personas, población que superaba la de Londres y París en los siglos XIII y XIV.

La palabra "bolsa" tiene su origen en un edificio que perteneció a una familia noble, de apellido Van Der Buërse, en la ciudad europea de Brujas, cuyo escudo de armas de los Bürse exhibía tres bolsas de piel, los monederos de la época, motivo por el cual los habitantes de la ciudad flamenca comenzaron a denominar Bürse a la actividad económica que se llevaba a cabo en aquella casa. Y fue así como la palabra prosperó también en otros lugares para designar los centros de transacciones de valores.

En el libro de la Bolsa para Dummies, el autor, se salta todo lo anterior y se centra en  los siglos posteriores, el siglo XVI y situarnos en Amsterdam, en la que el comercio marítimo se convierte en un fenómeno mundial, teniendo en cuenta el desarrollo del comercio marítimo posterior al descubrimiento de América y las rutas marítimas con Asia.

Si nos situamos en esas fechas y nos ponemos en la piel de un empresario de la época, que quisiera emprender un viaje hacia tierras remotas para aprovisionarse de productos que en Europa tiene mucho valor, haciendo de los viajes un negocio muy rentable, siempre y cuando lleguen a buen fin.

En aquella época, viajar a América o Asia no era nada barato, seguro ni rápido. Hacía falta mucho dinero (alquiler del barco, tripulación, alimentos, etc) y se tenía por delante un viaje de final incierto y muy largo. Como el coste solía ser demasiado elevado para una persona, entre varios mercaderes (hoy serían inversores) se  ponían de acuerdo para financiar parte de la expedición a cambio de una participación en los beneficios finales.

Vemos que la expedición equivale a la empresa y la participación de los mercaderes a las acciones de los inversores.

Como el viaje tenía una duración elevada, si el mercader necesitaba que le adelantaran el dinero invertido podía vender su participación a otro mercader a un precio acordado entre ambos.

Además, las noticias que fueran llegando, ya sean buenas o malas, haría que las probabilidades de éxito de la expedición variasen, o con ellas el valor de la participación el mercader.

Apreciemos la analogía con lo que es la Bolsa en la actualidad. Creo que con el ejemplo utilizado por Ajram, queda muy clara la filosofía de la Bolsa de Valores.

Cuando en la segunda mitad del siglo XVI Inglaterra pasa a dominar el comercio marítimo mundial, la Bolsa más importante pasa a ser la de Londrés.


Esa importancia la va a mantener Londrés hasta comienzos del siglo XX, primero por la importancia de Inglaterra en el comercio marítimo y posteriormente, en la segunda mitad del siglo XVIII, con la Revolución Industrial. En ese momento, la empresa a financiar ya no serían las expediciones marítimas, sino las naves industriales y su maquinaria.


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